La bioingeniería avanza a pasos firmes como una disciplina que combina ciencia, tecnología y sensibilidad social. Una de sus aplicaciones más inspiradoras es el desarrollo de prótesis para mascotas que han perdido alguna extremidad, brindándoles la oportunidad de recuperar movilidad y mejorar su calidad de vida.
El proceso integra el conocimiento en biomecánica, diseño de dispositivos médicos y selección de materiales biocompatibles, áreas propias de la bioingeniería. De esta manera, se demuestra que la innovación puede extenderse más allá de los laboratorios y hospitales, alcanzando también el campo del cuidado animal.
La innovación con sentido social sigue marcando el rumbo de la bioingeniería en la Universidad Santo Tomás Seccional Tunja, donde estudiantes y docentes han orientado sus conocimientos hacia una gran iniciativa, el diseño y la adaptación de prótesis para perros.
A través de proyectos académicos y de investigación aplicada, la carrera de Bioingeniería ha demostrado que la tecnología no solo transforma la vida humana, sino que también puede ofrecer nuevas oportunidades de bienestar a los animales.
Más allá del avance tecnológico, este trabajo refleja la esencia de la bioingeniería como disciplina comprometida con el cuidado de la vida en todas sus formas. Los estudiantes, acompañados por sus docentes, han asumido el reto de vincular la ciencia con la empatía, fortaleciendo valores como la solidaridad y el servicio.
Este tipo de proyectos evidencia que la bioingeniería no se limita a la salud humana, sino que abre caminos para impactar positivamente en la vida de diferentes especies, reafirmando su esencia: usar la ciencia y la tecnología al servicio de la vida.